Hoy recordamos un nuevo aniversario de la Batalla de Chacabuco, librada el 12 de febrero de 1817. Es el primer hecho bélico que se produce inmediatamente luego del Cruce de Los Andes, realizado por San Martín con más de 5.000 hombres y durante veinticuatro días.

El Libertador pasó por el Valle de Los Patos Sur (actual territorio de San Juan) y la batalla de Chacabuco fue la primera con que se inicia la liberación definitiva de Chile.

Los generales San Martín, O'Higgins y Soler fueron los baluartes del triunfo, acompañados por el coronel Las Heras, que había cruzado por Uspallata con 800 efectivos y quien traía la artillería pesada.

Los realistas bajo el mando del General Rafael Maroto, jefe del Regimiento de Talavera y 2.500 hombres, había sido designado por el Gobernador de Chile, Gral. Casimiro Marco del Pont, como jefe del Ejército Español. Maroto fue derrotado por las tropas patriotas.

Según el parte de guerra, los realistas tuvieron 500 muertos y 600 heridos y perdieron dos banderas. Una de ellas, la Bandera del Regimiento de Talavera, fue traída a San Juan por gestión de la Asociación Cultural Sanmartiniana, llegando el 1 de diciembre de 2000, y depositada en la Celda de San Martín bajo la custodia de la entidad sanmartiniana. Actualmente está en el Salón Cruce de Los Andes del Centro Cívico.

Los patriotas tuvieron 12 muertos y 120 heridos (para el General Espejo, los muertos de la patria fueron 132 y los heridos 174). San Martín escribió en el parte "en 24 días se hizo la campaña pasamos la cordillera más elevada del globo, concluimos con los tiranos y dimos la libertad a Chile''. 

En la misma fecha la Columna Sanjuanina o Cabot, encargada de dar la libertad a Coquimbo, libró las batallas de Barraza y Salala (11 y 12 de febrero respectivamente).

Estrategia de lucha

La Batalla Chacabuco, fue pensada con una estrategia cuidadosamente planeada. Pero las cosas no salieron según lo previsto, y durante horas el resultado del combate fue incierto. Así fue que el jefe del Ejército de Los Andes debió improvisar sobre la marcha, tomando grandes riesgos. Entre ellos, involucrarse él mismo en el combate.

El plan original consistía en enviar una de las columnas para atacar por el frente a las fuerzas realistas, a fin de fijarlos -"aferrarlos'' en lenguaje militar- en el terreno. De este modo ganarían tiempo, mientras que la otra columna intentaría rodearlos con el propósito de atacar por el flanco y la retaguardia en un movimiento envolvente.

Para ello, San Martín envió a O'Higgins al frente de la división menos numerosa por el camino más corto y peligroso. Una pendiente escarpada (la cuesta vieja), su objetivo era amenazar a las fuerzas realistas que suponía pertrechadas en las casas de Chacabuco. Por su parte, Soler, debía marchar con su división hacia el mismo lugar, pero por el camino de Montenegro. Más largo y llano (la cuesta nueva), a fin de aparecer por el flanco y decidir la suerte de la batalla. En principio, la orden a O'Higgins era demorar el combate hasta la llegada de Soler, para atacar juntos al grueso del Ejército Realista. Uno por el este, otro por el oeste. Y la columna al mando de San Martín, por el frente. Llegado el momento, O'Higgins se impacienta, y al no recibir órdenes decide avanzar hacia el cerro Los Halcones. Allí desplegó sus fuerzas e inició solo el ataque, mientras un mensajero fue enviado para informarle la situación a San Martín. Sin embargo, el terreno no era propicio para el ataque. Había quebradas que dificultaban el avance de la caballería, y esa primera carga de O'Higgins contra los españoles fue vencida debiendo retroceder.

Hay distintas versiones sobre el móvil de la premura de este movimiento ofensivo, y si bien O'Higgins era valiente y temerario, no tenía la experiencia militar ni los conocimientos estratégicos de San Martín y puso en riesgo el resultado final.

Cuando el 12 de febrero de 1817 las tropas rioplatenses y sus aliados chilenos triunfaron en Chacabuco, la guerra por la Independencia comenzó a definirse para América del Sur a favor de los patriotas. La batalla fue el desenlace de la campaña de los Andes, la más compleja de las operaciones militares que realizaron los revolucionarios del Río de la Plata y el inicio de una sucesión de batallas que garantizaron el fin del dominio colonial español en Sudamérica.