Cada año, el 21 de septiembre se celebra el Día Internacional de la Paz, un día dedicado a fomentar la cultura de la no violencia y los valores de la paz.

Todos los días se cometen violaciones de derechos humanos, injusticias y abusos, y es necesario denunciarlos.

La violencia no ocurre solamente en los conflictos y guerras, también se da en contextos de paz.   

El Día Internacional de la Paz no es un día que concierna solo a los países, la paz es un reto para alcanzar desde todos los ámbitos. Vivir en armonía es un desafío para vecinos, compañeros de trabajo, padres e hijos, personas de diferente ideología… Nos corresponde a todos y todas.

 

¿Por qué se celebra el Día Internacional de la Paz?

El Día Internacional de la Paz es un día para denunciar toda expresión de violencia y discriminación y reclamar el derecho a vivir en un ambiente de paz.   

En este mismo momento, ocurren atrocidades en todo el mundo. En nombre de la guerra, grupos armados reclutan a niños para convertirlos en soldados. En nombre de la guerra, secuestran a niñas y mujeres como esclavas sexuales. En nombre de la guerra, se queman escuelas, hospitales, aldeas, se destruyen pueblos enteros. La sinrazón convierte los hogares en escombro y polvo. Muchos niños y niñas se acostarán esta noche siendo huérfanos.

Es importante que todas y todos seamos responsables desde nuestras propias actuaciones. También es clave educar a los más pequeños en los valores de la paz. Si conseguimos que nuestros hijos e hijas sean comprensivos y tolerantes, serán personas preparadas para resolver los conflictos desde el diálogo y la negociación.

 

¿Cómo podemos educar a los niños en los valores de la paz?

- Explicándoles la necesidad de vivir en armonía en su día a día.

- Educándoles en valores como el respeto a la diversidad, haciéndoles entender la importancia de integrar y acoger.

- Ayudándoles a entender que la violencia verbal o física no es una buena opción para resolver conflictos.

- Fomentando la empatía.

La paz y la justicia son grandes desafíos que tenemos por delante, junto a otros como la erradicación de la pobreza y la desigualdad o la protección del planeta. Todos ellos forman parte del plan necesario para construir una sociedad pacífica e inclusiva. Así lo recogen los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

El Día Internacional de la Paz también es un día para recordar el potencial que tenemos las personas para influir en el mundo.

 

El horror de la guerra en cifras

Lo contrario a la paz, la violencia, es el peor enemigo de la humanidad. Algunos ejemplos de los horrores de la guerra en cifras: 

• Sudán del Sur – en guerra civil desde 2011- es el conflicto que más víctimas mortales ha causado en el siglo XXI. Al menos 385.000 muertos. Más de la mitad de los desplazados que huyen son niños.
• Siria, segundo país en guerra con más víctimas mortales y la que más personas ha obligado a desplazarse. Antes de la guerra, en Siria vivían 20 millones de personas. De todas ellas, al menos 278.000 han muerto, 6 millones han cruzado la frontera y otros 7 millones han abandonado sus casas a otras zonas del país menos conflictivas.
• Afganistán –en guerra desde 2001- contabiliza al menos 131.000 muertos, 2,6 millones de refugiados y 1,2 millones de desplazados internos.
• México –en guerra contra el narcotráfico desde 2004- contabiliza al menos 100.000 muertos. Alrededor de 345. 000 personas se han desplazado internamente para huir de la violencia y las extorsiones en un país con más de 200 redes de narcotráfico.

Y junto a estas guerras, otras menos conocidas en numerosos países: República Centroafricana, República Democrática del Congo, Nigeria, Somalia, Libia, Afganistán, Yemen, Myanmar, etc.    

El Día Internacional de la Paz es un día más para seguir trabajando por la convivencia pacífica entre las personas. Todavía queda mucho por hacer.