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Relatos de nuestra memoria – Tercera Parte
Relato 21
Karen Soñez nos comparte este hermoso recuerdo relacionado a la construcción de la Escuela N°1 Dr. Carlos Pellegrini:
“Siendo el Aniversario de nuestra aldea, no quería dejar pasar la oportunidad de publicar estos lindos recuerdos y que a mí tanto me llenan de orgullo...
Las siguientes fotos, muestran la construcción de la primer Escuela Secundaria de Educación Pública de nuestra localidad: la Escuela N°1 Dr. Carlos Pellegrini, en la cual mi abuelo, Manuel Soñez, junto con otros padres que formaban la cooperadora, contribuyeron y ayudaron en esta obra, ya que la Escuela no contaba con un establecimiento propio.
Además, cabe destacar, que muchos vecinos de la localidad participaron de alguna u otra manera en esta construcción.
Es lindo ver los inicios de las grandes obras, y cómo mi Valle querida sigue creciendo…”
Relato 22
El vecino Hugo Wendler nos envía sus saludos y nos cuenta cómo “El Ceibo” comenzó con un rastrojero que armó por partes:
Automotores El Ceibo tiene ya 46 años de trayectoria en nuestra comunidad: inició su actividad en junio de 1974. Hugo nos cuenta sobre sus comienzos:
“Me fui de muy joven a Buenos Aires a estudiar. Allí estaba trabajando, pero luego de hacer el servicio militar perdí ese trabajo que tenía. Entonces decidí regresar a Entre Ríos y establecer mi propio taller. Y, a su vez, comencé a armar una pequeña agencia.
El primer vehículo que vendí fue un rastrojero que armé yo mismo: la carrocería la adquirí por esta zona, pero al motor lo traje desde Bs As en colectivo.
Y así, de a poquito, fuimos creciendo. Y hoy estamos orgullosos de ser de nuestro pueblo.”
Relato 23
Romina Patterer nos comparte el lindo recuerdo de las “Astillas del Volga”
"Astillas del Volga fuimos un grupo de jóvenes, viviendo nuestra transición hacia la adolescencia, a quienes nos atraía mucho la música, en especial la música que identificaba a nuestros abuelos. Desde el año 2000, y por 5 años aproximadamente, llevamos la música alemana y folclórica a muchas ciudades de Entre Ríos y provincias vecinas. Grabamos un CD titulado "Nuestro Homenaje". Porque así lo sentíamos: nuestros antepasados se merecían un homenaje. Y, a mí particularmente, me gustaba a homenajear a mis amados abuelos, María y Aurelio.
Anahí, Victoria, Rodrigo, Gastón, Sebastián y yo recordamos aquella experiencia, que inició como un juego, pero que después vivimos con gran responsabilidad: dar a conocer, a través de la música, un pedacito de la historia de nuestro pueblo.”
Relato 24
El autor Adrián Lorea nos comparte un recuerdo de nuestro pueblo sobre la tradicional “Karwoche”
«Mi paso por Valle María fue breve, pero me dejó recuerdos imborrables. Y buenas amistades, que con el tiempo me regalarían el tesoro de anécdotas y memorias de su pueblo.
Comparto con ustedes una breve descripción en base a lo que Darío Wendler, Yolanda Gassmann y Cintia Wendler me contaron sobre la celebración tradicional de la Karwoche.
¿Qué pueblo vivirá la Semana Santa con tanta devoción como los alemanes del Volga? El Jueves Santo era el comienzo de la tristeza, del duelo. Hasta las campanas se llamaban a silencio, y los jóvenes klapperers tenían que salir por las calles a anunciar con sus matracas el comienzo de cada ceremonia. De los altares de la iglesia desaparecían las flores y adornos, en muchos hogares las comidas se resumían a pan y agua, y todos vestían ropa oscura. No iban a escucharse risas ni voces fuertes por ningún lado, y mucho menos la melodía de un acordeón.
La historia cambiaba en la noche del Sábado de Gloria. Primero se encendía una hoguera en la plaza, para quemar en ella a Judas —en forma simbólica, claro—, luego ese fuego se bendecía y los fieles recogían los carbones para llevarlos a sus casas: enterrados en las esquinas de huertas y chacras, tenían el poder de conjurar plagas y otros males. En esa pira también se encendía el Cirio Pascual.
A la bendición del fuego seguía la del agua, y la Misa de Resurrección ponía punto final a los días penitentes. Sones de campanas y aleluyas lo pregonaban: Der Heiland ist auferstanden!
En mi casa, al igual que en tantos hogares, la Osterhase deja huevos de chocolate en lugar de los proverbiales huevos pintados. Eso sí: como nuestra “liebre” es alemana del Volga de pura cepa, cada domingo de Pascua nuestros niños los descubren acomodados en una canasta, entre golosinas y una manzana. Aunque un poco retocada, la tradición se mantiene viva.»
Adrián Lorea es autor de las novelas El alma de la aldea y Volga salvaje, la cual fue auspiciada por el Centro Argentino Cultural Wolgadeutsche, patrocinada por la Embajada de Alemania en Buenos Aires, y declarada "Obra de interés" por diversas instituciones culturales del país. Volga Salvaje fue presentada en Valle Maria el 17 de julio 2018.
Relato 25
Eduardo Hereñú nos cuenta acerca de los inicios de “La Monotécnica”:
«“La Monotécnica” como muchos la conocieron. Y muchos siguen nombrando así, hasta el día de hoy, a la actual Escuela Técnica, porque su raíz fue esa. Desarrolló una gran tarea en la historia de nuestra localidad, preparando jóvenes para el mundo del trabajo. Muchos de estos jóvenes comenzaron su emprendimiento personal orientándose a distintos rubros u oficios que encontraron su base en lo que ofrecía la ESCUELA MISIÓN MONOTÉCNICA Y DE EXTENSIÓN CULTURAL Nº 29.
Esta escuela era de carácter misional, llevando a cada localidad su oferta, principalmente donde no existía una escuela técnica. Pero además, en muchos casos como en el nuestros, fue dando el puntapié inicial a las comisiones pro escuela técnica.
Desde 1991, brindó a jóvenes-adultos, de nuestra localidad y de la zona, una educación para el mundo del trabajo y una preparación en cultura general para la vida en sociedad, impulsando el desarrollo personal en favor del crecimiento local productivo y de servicios para que los jóvenes no emigren.
Podemos recordar que funcionó en un espacio Municipal, el cual en su momento fue cedido a la escuela en comodato, en Calle Hno. Borja 79. Pasaron muchas personas por esa casa en su etapa itinerante, entre ellos: Su Director VIERA, IGNACIO; Maestra De Enseñanza General GODOY, GLADIS; Maestro de Enseñanza Práctica PASCUAL LEANDRO; Posteriormente SCHAMNE, OSVALDO; Ordenanza SCHEMBERGER, FELIX.
Con todos ellos pude tener contacto y con algunos trabajar juntos. Ellos habían venido realizando un hermoso trabajo. También posteriormente conocí a quienes llegaron con la escuela a Valle, pero por cuestión de traslado dejaron el cargo: el anterior ordenanza, Gómez; EL Maestro de taller CLAUDIO GRAF; y la maestra PAZ, ISABEL. Conocía desde muy chicos a dos de ellos: a GLADIS, que era de mi barrio de Diamante, y a OSVALDO, con quien fui a la Escuela Técnica de Diamante en los primeros años.
Yo vivía aquí y todos los días pasaba por el frente de la MONOTECNICA para tomar el colectivo, ya que trabajaba en la Escuela Técnica de Diamante. Saludaba a OSVALDO o FELIX, con mi mochila al hombro. Hasta que un día comencé a preguntarme cómo era esta escuela. Y luego comencé a soñar con trabajar en ella. Finalmente, un tuve tuve la oportunidad. Fue un desafío dejar cargos titulares en otra escuela para venir a tomar uno como suplente.
Con Félix, Osvaldo y Gladis compartimos hermosos días, desafíos y eventos. Y también con muchos jóvenes, hoy hombres, disfrutamos de charlas y clases. Así también con los padres, que trabajaron junto al personal para brindar apoyo para insumos, como la Asociación “Amigos de la Misión”.
En el taller trabajamos muy bien en equipo, con Félix y Osvaldo, organizando y mejorando espacios, diseños y actividades de alumnos; siempre pensando en lo que debíamos ofrecer a nuestros alumnos. Mientras que, de los papeles y la formación general de los chicos, era Gladis quien se ocupaba, cumpliendo el rol de docente y de secretaria.
Gracias a Dios, se me cumplió el sueño de haber estado en la escuela en la que deseaba estar, y posteriormente un sueño que teníamos todos: el de la radicación definitiva en la localidad, y de ser una Escuela Técnica.»
Relato 26
Relatos de Familia: Marta y Óscar Weisbecker nos brindan un emotivo recuento de la vida de su abuelo.
“La familia Weisbecker llegó a Argentina en el año 1922, con uno de los últimos grupos de inmigrantes. En la foto está Adán Weisbecker, su mujer Margarita Asselborn y sus hijos Melita (la mayor), Filomena y Guillermo. Esta foto fue tomada en Marienthal, antes de partir a Argentina. Luego acá, en Argentina, tuvieron dos hijos más: Sofía y Adán.
La profesión de Adán Weisbecker (padre) era juez de paz, y sabía hablar y escribir tanto en idioma ruso como alemán. También trabajaba en una imprenta con Florentino Klein.
Gracias a su capacidad de habla y escritura pudo ayudar a muchas familias a escapar de los Bolchevique.
Adán Weisbecker vivió solo cuatro años en Argentina. Falleció en el año 1926. No pudo superar todo lo vivido: sentía una gran tristeza, extrañando mucho su tierra natal.”
Relato 27
La renombrada escritora Selva Almada ha visitado Valle María en dos oportunidades y nos relata acerca de sus recuerdos sobre nuestro pueblo:
“La primera vez que estuve en Valle María fue el año pasado. Aunque viví diez años en Paraná, muy cerca, y sabía de la existencia de las “aldeas del Volga” nunca había tenido oportunidad de ir. Fuimos con un grupo de amigos con los que planeamos hacer una serie de televisión. Habíamos ganado un concurso del INCAA para desarrollar el guión y teníamos que filmar un pequeño video con la idea, el personaje y el posible paisaje donde podría filmarse esa serie en el futuro. Nos hospedamos en las cabañas, en el balneario, fue hermoso esos días levantarse y tomar mate mirando el río. Pero más allá del paisaje tan particular de la zona, fue hermoso conocer a algunas de las personas que pueblan ese paisaje, que lo llenan de amabilidad y calidez. Fue una jornada de trabajo intenso, hacía mucho calor aún porque era en marzo. Terminamos cuando anochecía y todavía nos esperaba un gran cierre: el asado que comimos con Darío, su hermano y otros amigos de la zona.
Un año después, este año, volví. De nuevo el cine fue la excusa: en Valle María se estaba rodando la película Jesús López, de Maximiliano Schonfeld. Yo colaboré en el guión de esa película. Otra vez la gente que conocí son el mejor recuerdo. Una noche comimos un lechón y filzer, ese plato delicioso y tradicional que había probado en mi primera visita. Si me acuerdo de Valle María esos recuerdos siempre son alegres, festivos, siempre me dan ganas de volver.
¡Feliz aniversario!”
Selva Almada, oriunda de Villa Elisa, es una importante autora de novelas, cuentos, poesías y ensayos, entre los que se encuentran El viento que arrasa y Chicas muertas. Es ganadora de importantes premios literarios de nivel nacional e internacional.
Compartimos con ustedes imágenes del teaser de Chicas muertas, que fue filmado en nuestra localidad.
¡Muchas gracias a todos por sumarse a esta convocatoria!
Con la participación de todos, rendimos el homenaje que nuestro pueblo se merecía por sus 142 años.