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Relatos de nuestra memoria – Primera Parte

17/07/2020

Nuestra historia como pueblo está constituida por la suma de todas nuestras memorias.

Por eso, para celebrar nuestros 142 años, decidimos invitar a toda la comunidad a compartir esos pequeños o grandes momentos que son los hilos que van tejiendo nuestra historia.

Aquí les compartimos una primera entrega de las muchas anécdotas y lindos recuerdos que nos fueron llegando. Esperamos que los disfruten tanto como nosotros.

¡Muchas gracias a todos por sumarse!

Pronto vamos a compartir más relatos. También pueden ir siguiendo las publicaciones que realizamos en nuestro Facebook: Valle María Comunicación.

Y para contarnos tu historia, escribinos: comunicacion@vallemaria.gob.ar

 

Relato 1

Arturo Dalinger nos cuenta acerca de la “troja”:

Don Arturo Dalinger, con su lúcida memoria, nos cuenta que, en su juventud, allá por años 50, armaban las "trojas" con distintos elementos: varas de sauce, cañas, plantas de maíz secas, o de girasol; todas atadas con alambre. Se utilizaban para conservar las espigas de maíz secas, que las iban desgranando con una máquina (manual o a motor) a medida que las necesitaban. Comercializaban algunas bolsas y otras las utilizaban para alimentar a las gallinas, patos, gansos, y cerdos.

Aquí podemos ver una foto de una antigua troja, y otra foto actual, de una troja pequeña, con su respectivo "deschalador" (“breger”, en alemán del Volga) que Don Arturo armó para que sus nietos y nuestros niños conozcan el esforzado trabajo que realizaron nuestros mayores, y que forma parte de la construcción de nuestro pueblo.

  

 

Relato 2

Alexia Neme, nos cuenta sobre la vida de su abuelo, bisabuelo y tatarabuelo:

«Mi tatarabuelo, Simón Neme (de origen libanés), llegó a Argentina en el año 1878 aproximadamente, luego de haber viajado en la misma embarcación que los inmigrantes provenientes del Volga, donde entabló una gran amistad con una de estas familias. Él decidió radicarse definitivamente en Valle María porque había entablado esta amistad y por ser ésta una comunidad cristiana (él también lo era), trabajadora y segura.

Aquí se dedicó al comercio (al por menor y al por mayor), entre otras actividades. Tuvo ocho hijos, entre ellos, a Felipe, el primer profesional de la familia (médico psiquiatra) y a Anís, padre de mi abuelo (Eduardo Simón Neme). Por su parte, Anís contrajo nupcias con Esfrocina Wendler (con quién tuvo seis hijos) y junto a sus hermanos, continuaron con el emprendimiento del padre, convirtiéndolo en un comercio de ramos generales. Asimismo, adquirieron tierras, por lo que se dedicaron, simultáneamente, a la agricultura y a la compra-venta de ganado vacuno; así como también a la fabricación de alimento balanceado y acopio de huevos, entre otras actividades, conformando la sociedad "Neme hermanos".»

    

 

Relato 3

Alfredo Eduardo “Cachi” Rohr nos cuenta un incidente muy gracioso, ocurrido en una pelea en la que participó su hermano, Héctor Pedro Rohr “EL DINAMITERO”:

“Cuando mi hermano peleó con Rubén Dip, estábamos con mi tío Pepe. Pelearon en el galpón de Rubén Leikam, y ganó el Héctor. Entonces, entramos todos al ring a festejar… ¡y faltaba el tío Pepe!

De pronto lo escuchamos gritar «Hector, Hector». Y ahí fue que lo vimos: ¡estaba debajo del ring!

Había tanta gente que quería subir, que él quiso meterse entre la gente… ¡y terminó metido debajo del ring! Porque era alto el ring: tenía 1,30m o 1,40. El tío Pepe quiso subir ¡y le erró!; y se metió entre todos los fierros ahí abajo.”

    

 

Relato 4

Lorena y Viviana, del Periódico Del Pueblo, se suman a esta iniciativa y nos regalan este hermoso recuerdo de cómo comenzaron con su emprendimiento:

“Era miércoles, más precisamente un 28 de julio de 2004, lloviznaba y de a ratos llovía, y acompañaba a ésto un frío intenso. A las 9 de la mañana, Viviana y Lorena comenzaron a vender el periódico DEL PUEBLO por calle Marienthal. Fue así como nacía el PRIMER PERIÓDICO DE VALLE MARÍA, de tirada quincenal, como todavía lo es hoy.

Dos días tardaron Vivi y Lore para vender y dar a conocer el nuevo medio de comunicación, que presentaba variada información de la localidad y de aldeas vecinas con el lema "Del pueblo y para el Pueblo", y así comenzó a recorrer las localidades vecinas.

Hoy, a días de cumplir su 16º Aniversario, DEL PUEBLO quiere estar presente en el 142 aniversario de la localidad que lo vio nacer, crecer y mantenerse en el tiempo...

FELIZ CUMPLEAÑOS QUERIDA VALLE MARIA Y ALDEAS HERMANAS!!!”

  

 

Relato 5

Pamela Wendler nos cuenta como su abuelo, Oscar, comenzó con la crianza de conejos de angora:

“Hacia la década del ´60, algunas familias de Valle María comenzaban una actividad productiva relacionada con la cría de conejo de angora. Para ese momento, la producción y venta de pelo de conejo revolucionó la industria textil. Numerosas hilanderías de Buenos Aires y otros puntos del país compraban el pelo de conejo para luego procesarlo, ya que permitía obtener una prenda muy abrigada, de fácil lavado y resistente.”

Pamela nos cuenta como su abuelo, al igual que la mayoría de los productores locales, comenzó con unos pocos conejos (alrededor de 50). Los esquilaban y vendían el pelo en Diamante. Y, con lo que ganaban, invertían en alimento y jaulas.

Era necesario preservar la calidad del pelo de los conejos, y en esto influía su alimentación: les daban balanceado y avena. Pero, como muchos otros, su abuelo Oscar, que ya recibía la ayuda de su hijo Marcelo (quien luego continuaría con el emprendimiento), comenzó a sembrar alfalfa para añadir a la alimentación y así abaratar los costos.

“En el año 84, Valle María tuvo su primera fiesta de la cunicultura, la cual se celebró luego algunos años más. En ella se podía presenciar competencias de esquila, exposición de reproductores, exposición de materiales para la construcción de jaulas y otras innovaciones.”

  

 

Relato 6

Juan Wendler, conocido por todos como “Quito, el peluquero”, nos comenta sobre su participación en la construcción de la Ruta 11:

Quito Wendler nació el 20 de julio de 1932; y en 1946, cuando tenía apenas 14 años, comenzó a trabajar en la pavimentación de la actual ruta 11.

La empresa, de origen alemán, que estaba a cargo de la tarea lo contrató junto a los tres caballos y pecheras que eran de la familia, para arar las banquinas y lomadas. Luego con el “sapo” arrastraba la tierra suelta a los bajos, para así elevar el nivel de la ruta y construir los pequeños puentes y acantarillas (aliviadores). Afirmaban la tierra con el “pata cabra”, tirado por un tractor con ruedas de hierro.

Recuerda con afecto a sus capataces “Pail y don Pedro”, exigentes pero con muy buen trato. Quito y sus compañeros trabajaban de 7 a 11 y de 14 a 18hs. Paraban dos horas para descansar, almorzar y dar de beber a los caballos. Ganaba $6 por día (por su trabajo, que incluía el uso de los tres caballos). Los feriados cobraban un adicional de $3.

Quito nos cuenta que el actual puente sobre el arroyo Crespo se había construido en 1935. Y él trabajó en la construcción del albardón para el “viejo puente” en el paraje La Virgen, en el acceso a Strobel y hasta el cruce de Ruta 11 y la 131, donde actualmente se encuentra el puesto de la policía caminera.  Don Wendler nos recuerda que el paso hacia Strobel y Diamante se hacía por un puente de madera en la zona conocida como “Chevallier”, por el apellido de dicha familia que allí residía, junto al puente.

En 1966, por una torrencial lluvia de varios días, la creciente del arroyo la Ensenada derrumbó gran parte del puente en el paraje La Virgen, en el cual él había trabajado unos 20 años antes.

Estas anécdotas son algunas de las tantas que atesora Don Quito, entre las que también están sus experiencias como peluquero; los viajes - siendo niño – en caravanas de hasta diez carros con bolsas de trigo hasta el Puerto Alvear (Puerto Nuevo); los “años negros” del 48 por la sequía y las langostas; y muchas más.

Agradecemos a Quito por su aporte con este relato, contribuyendo a construir la memoria de los 142 años de la Colonia General Alvear y sus Aldeas. 

 

Relato 7

Adrián Dreiling nos cuenta cómo comenzaron con el Canal 3:

En agosto de 1996, la familia Dreiling comenzó a recorrer el camino del servicio de televisión y de brindar información local mediante la señal de CANAL 3. Y en 2011, ya pensando que en un futuro muy próximo Internet sería el cambio que marcaría un antes y un después, incorporaron este servicio a lo que ofrecían a la comunidad.

Desestimando el ofrecimiento de empresas muy importantes a nivel nacional que querían comprar CANAL 3, ellos decidieron “apostar en nuestro Pueblo; quedarnos; e invertir en la última tecnología en el mercado: fibra óptica directo al hogar”.

Hoy están orgullosos de haber tomado esa decisión y agradecen a sus amigos y vecinos por confiar en ellos.

 

Relato 8

La Unión de Alemanes Libres y sus Descendientes se suma a esta iniciativa y nos envían estas fotos y este lindo mensaje:

“En 1992, la “Unión de Alemanes Libres y sus Descendientes” (UALD) se constituye como institución, y comienza a congregar a vecinos y visitantes a través de diversas actividades y fiestas populares, en las que se puede disfrutar de nuestra gastronomía y de la música típica que caracteriza nuestra cultura.

En todos estos años mucha gente ha participado en las diversas comisiones, ofreciendo su esfuerzo y tiempo para que estas actividades hayan sido posibles.

En esta fecha en la que Valle María celebra un nuevo aniversario, recordamos a todos aquellos que se sumaron a este proyecto, disfrutando momentos en donde la amistad nos unió en la alegría de una mesa compartida.

Permanece el recuerdo de aquellos que ya no están, y el esfuerzo de los que tenemos la responsabilidad de continuar adelante con la tarea de difundir nuestras tradiciones a las generaciones futuras.”

  

 

Relato 9

La FM Eclipse también quiso sumarse a nuestra propuesta y nos cuentan cómo comenzaron con este emprendimiento familiar y nos comparten algunas anécdotas divertidas:

«Era viernes por la mañana. Los Vallemarienses despertaban, como cada día, pero ese 16 de junio sería diferente. En Valle María, las hojas del otoño comenzaban a despedirse para dar paso a las primeras heladas del invierno de 1989… y al aire podía escucharse por primera vez en los hogares de la zona la radio local.

Pionera en esta localidad, daba sus primeros pasos. Si bien aún no tenía nombre, esta radio sería de y para Valle María, y su comunidad tendría la tarea de darle un nombre. Fue así que días después, este humilde medio local, nacido bajo el seno de la familia Rohr, fue bautizado como “Eclipse”.»

Claudia, de la producción de la radio, nos contó que recuerdan muchísimas anécdotas divertidas de estos 31 años trabajando en la radio. Entre ellas, un flash informativo que duró apenas unos segundos, porque las conductoras del programa radial, Viviana y Lorena, sufrieron un ataque de risa luego de leer el título de la noticia “La plancha asesina”.

También nos contó que cuando festejaban un aniversario del programa “El aguante”, que conducían Mario Rohr y Pablo Stricker, ella se encargó de conseguir una botella de champagne para la celebración. La trajo en colectivo desde Paraná; y el problema fue que sus compañeros no tuvieron en cuenta el sacudón del viaje… y al destapar la botella, ¡quedaron todos empapados de champagne!

  

 

Relato 10

Rosendo Barón nos escribió desde Casilda, Santa Fe, para contarnos sobre los lindos recuerdos que atesora de nuestra ciudad. En 1965 tuvo que dejar nuestras tierras, pero un pedacito de su corazón se quedó aquí. Esto nos escribe:

“Gracias al disco de la memoria, están presentes en mí recuerdos de vivencias compartidas con muchos de los que nunca se fueron, y siguen allí, recibiéndome con alegría cada vez que los visito. Nombro solo algunas... jugar al fútbol casi todas las tardes, los sábados después de limpiar el galpón del taller de carpintería de mi papá, en la esquina de mi casa, Hermano Borja y Avellaneda, de calles sin asfaltar, nos juntábamos a charlar, a jugar con chicos vecinos y amigos, los domingos después del almuerzo, ir al TAM, con cuidado de no caer dentro de la olla, que según decían era muy profunda, y desde allí, con una cañita y anzuelo, orillando el arroyo íbamos pescando, hasta llegar a la casa del tío Gregorio Kranewitter, donde terminaba el domingo... Y como éstos , otros tantos recuerdos que están grabados!!!”

“Valle María, una PEQUEÑA GRAN ALDEA con hermoso presente y un gran futuro. Un abrazo a todos, y gracias siempre!!!”