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Día Internacional de la Conservación del Suelo
Cada 7 de julio se reflexiona sobre la importancia de los suelos y la amenaza de la desertificación.
La fecha fue elegida para rendir homenaje a Hugh Hammond Bennet (1881-1960), pionero en el campo de la conservación del suelo en su país natal, Estados Unidos.
¿Qué es la desertificación de los suelos?
La desertificación es un proceso de degradación ecológica a través del cual los suelos fértiles pierden, total o parcialmente, su capacidad productiva. Este fenómeno se puede dar por tres causas principales, que son:
La desforestación:
Es causada por la tala indiscriminada de acres de bosques o grandes extensiones de vegetación, destruyendo así la superficie forestal y, por ende, la calidad de los suelos.
El uso desequilibrado de los suelos:
El uso excesivo de un suelo puede degradarlo de forma irreversible. De entre todos los tipos de degradación que puede sufrir un suelo, la peor es la erosión, que implica la pérdida de capas fértiles y limita drásticamente la capacidad productiva de ese suelo.
El mal uso de equipos mecanizados:
Por último, el mal uso que se le pueda dar a una máquina, o el mal mantenimiento de ellas, puede causar estragos en el terreno, contaminándolo con productos químicos como aceite, gasolina o diésel. Esto también puede acelerar el proceso de erosión de zonas terrestres.
Concejos para ayudar a preservar el suelo
Todos podemos poner nuestro granito de arena para procurar la salud y conservación de los suelos de nuestro entorno. Algunas buenas prácticas pueden ser:
- Plantar y cuidar hiervas y árboles
- Abonar y proteger la tierra
- Responsabilizarnos de los desechos que producimos
- Evitar hacer fogatas
- Realizar un manejo adecuado de los desechos industriales
- Practicar la agricultura con responsabilidad