Estos tiempos en los que estamos obligados a parar, a bajar el ritmo, son una grandiosa oportunidad para reflexionar y valorar lo que realmente es importante para nosotros, lo que nos hace bien.
En momentos como este también comenzamos a extrañar muchas cosas: nos comienza a pesar la soledad, o las ganas de volver a ver a la familia y a los amigos; y también de volver a encontrarnos como comunidad, como lo hacíamos siempre en eventos y reuniones.